martes, 6 de julio de 2010

una idea

Desde que era pequeña, me han fascinado las personas que son capaces de crear algo de la nada. Algo nuevo o algo exitoso. Siempre quise ser escritora (siempre hasta que tuve 13 o 14 años) y pensaba y pensaba la manera de encontrar una idea original y que pudiera servir para algo, un argumento en el que nadie hubiera pensado anteriormente. Pero todo lo que escribía se parecía a algo que había leído o visto anteriormente. Y me dije que si no era capaz de hacer algo totalmente mío, pues mejor pensar en otras cosas.

De alguna manera, subconscientemente, he seguido buscando esa idea que podría cambiar mi vida. Quizás porque he visto lo que las ideas han hecho con otras personas, conocidas o no. Y, por alguna razón, creo que todo esto está dejando de ser utópico. Y estoy empezando a confiar en que las cosas van a empezar a ir realmente bien. Porque tengo las ganas, porque creo que tengo el conocimiento necesario, y porque no tengo miedo a trabajar en ello. Y, sobre todo, porque estoy cansada de trabajar para las ideas de otros y que esos otros consideren que yo no tengo nada que aportar.