A los 16 años me ocurrió algo objetivamente malo, y cualquiera hubiera podido pensar que no había nada bueno en ello. Sin embargo, fue gracias a eso que mi vida es como es.
Debido a eso que me ocurrió, tuve que repetir 3º de BUP, y si no hubiera repetido, nunca me habría hecho amiga de Izaskun. Si no hubiera sido amiga de Izas, ella nunca me hubiera grabado la cinta de Mariah Carey que hizo que me aficionara a su música y buscara a gente que también compartieran esa aficción.
De no haber sido por esto, no habría conocido a Jorge, quien un día me habló de lo que le gustaba el ciclo de grado superior que estudiaba... y gracias a lo cual estudié Diseño y Producción Editorial, lo que hizo que, por un lado, fuera a las eurobecas, y por otro, que me dedicara a lo que me dedico.
Si no hubiera sido amiga de Izas, no habría conocido a su amigo Iván que se hizo mi amigo también con el tiempo. Si no hubiera conocido a Iván, él no me habría hablado nunca de un sitio llamado TusSeries, y yo no habría entrado allí. No habría conocido a las amigas con las que quedo más a menudo, no habría ido a tantos sitios en Europa (y próximamente, en América también)... y no habría tenido tampoco a todos esos amigos que ahora tengo.
Si no hubiera sido amiga de Izas, ella no me habría animado a que me apuntara a Italiano, y no me habría prestado el dinero que necesitaba para la matrícula cuando yo no lo tenía. No habría conocido tampoco a los amigos que allí hice.
En definitiva, creo que el 99% de los amigos que tengo ahora los he conocido a partir de una experiencia objetivamente mala... sorprendente, ¿verdad?