cosas sobre las que nunca escribí

Los mensajes que cada día, desde hace casi un año, me envía Nico y hacen que me anime, da igual cuándo los reciba o qué ponga, es una dosis de cariño que se me ha hecho indispensable.

Raquel, del trabajo, a la que ya considero mi amiga, que se pone triste cuando no me quedo a comer y se alegra cuando volvemos juntas a casa, que confía en mí casi desde el primer día y me anima cuando me ve triste, que me llama guapa cuando me ve un poco más arreglada de lo normal.

Mis amigos del IRC que siempre consiguen animarme cuando he tenido un mal día.

Las riquísimas comidas que me hace (hacía) Nat muchos días, más ricas que las de mi madre, que hacía que deseara que fueran las 14 para ir a degustarlas. Y tampoco olvido sus miles de besos que, aunque me queje de ellos, tengo que reconocer que en el fondo me gustan, jeje.

Las llamadas de cutre y Sara, en las que divagamos un montón y me hacen reír.

Las interesantes charlas diarias desde el trabajo con Aitor, que hace que el día sea más llevadero y menos aburrido.

Mi sobrina, que me quiere un montón (y yo a ella, claro), siempre me reconforta cuando dice "no, que me bañe la tía" o cuando se pone (muy) pesada para que me quede cuando me tengo que ir.

Las series que veo y mi DS, que llenan incontables ratos de soledad y me salvan cada día de pensar demasiado y ponerme triste.

Éstas y muchas más, son las cosas sobre las que nunca escribí pero que significan un mundo para mí.