de 0 a 100 en un día

Me doy cuenta de que cada vez escribo más de vez en cuando en el blog y no sé si eso es bueno o malo... o quizás no sea ni bueno ni malo, y se deba más bien al hecho de que no tengo tiempo, y cuando lo tengo, mi padre ocupa el ordenador (para variar).

El caso es que ayer volví a las prácticas después de las vacaciones, y madre mía, ¡no nos dejan parar! Hace poco conté que estaba desanimada porque apenas nos hacían caso, y estábamos haciendo una revista que quizás ni saliera nunca. Pues ayer ya nos vinieron diciendo que la revista tiene que quedar cerrada el viernes ya, y en fin, no paran de mandarnos cosas y cosas que hacer, además de planos y fotos para el periódico, presentaciones, etc. Tanto es así que el viernes tendremos que ir por la tarde, cuando normalmente la teníamos libre (eso sí, nos recompensarán con otra tarde ¬¬).

Se empiezan a oír rumores por la oficina de que igual si tienen tanto interés en que hagamos cosas, es porque quieren quedarse con nosotras una vez terminadas las prácticas. Según me han contado, otros años los de prácticas no hacían absolutamente nada, y este año, pues están flipando un poco por todo el trabajo que nos dan...

Yo creo que es cierto, más que nada, porque si nos vamos ¿quién va a hacer la revista? no hay prácticamente nadie más.

Por cierto, que estoy algo asqueada con cierta persona de la que no diré su nombre por si acaso, pero sólo decir que estoy harta de que la gente siempre mire sólo por su interés cuando yo suelo ser la tonta que miro por el interés de los demás... Menos mal que siempre hay quien no te decepciona y está ahí cuando la necesitas ¿eh, Nat?