sábado, 2 de junio de 2007

añoranza irlandesa

Últimamente pienso mucho en el tiempo que pasé en Irlanda. Recuerdo que unos días antes de coger el avión de ida, ilnuska me preguntó que si tenía ganas de ir, y yo le dije que ni fu ni fa, que me daba un poco igual, que iba por ir, pero que no era algo que me hiciera una gran ilusión. Claro, no podía yo imaginar lo que me esperaba allí... experiencias irrepetibles, recuerdos inolvidables, lugares tan impresionantes que yo ni soñaba que podría ver alguna vez... pero sobre todo, los amigos (aunque debería decir "amigas", en realidad) que allí hice.

Recuerdo las tardes en las que Sara se empeñaba en ir al Tesco y yo la metía prisa porque tenía que estar en casa a las 6 para cenar, los interminables días en City Wide News con Inma hablando con otros eurobecarios aburridos en sus respectivos puestos de trabajo o jugando a la DS, los viajes de Glasnevin al centro y del centro a Glasnevin en el 19A con Fer y Sara, las expediciones a las que nos enviaban a Inma y a mí por los suburbios dublineses, las historias de Maria Luiza con Batman, o los tornaditos de Sandyford, el viaje de vuelta de Galway, nuestras incursiones diarias a Penneys, las reuniones en el Living....

Los echo de menos, porque durante esas 7 semanas, nos veíamos prácticamente todos los días, éramos como una pequeña familia. Y sí, sigo quedando con Sara y con Inma, hablo de cuando en cuando con Tania, Miriam y Marina pero no es lo mismo. Me doy cuenta de que esas 7 semanas se quedaron allí, entre agosto y septiembre del año pasado, y no volverán más. Es bonito y triste a la vez, como muchas otras cosas. Al menos me llevé conmigo de vuelta lo que más quise allí y espero conservarlo mucho tiempo (y no me refiero a los Skittles).


Todos los de nuestro grupillo de gente (- Maria Luiza, - Fran y + la hermana de Taty). Pobre Miriam, no pudo salir bien...

* Sí, he añadido más cosas a la entrada original... es lo que pasa cuando una escribe estando cansada y carente de inspiración.

6 comentarios:

Marta dijo...

Es que Irlanda es amor, yo nunca olvidaré el mes pasado allí.

Fran dijo...

Qué bonito. En estas experiencias al final lo mejor son los recuerdos y las personas. Y aunque con el tiempo las cosas se van diluyendo los días que te hagan falta esas cosas vuelven a tu cabeza.

Anónimo dijo...

Jooo!
Irlanda es tan... bella!
Al igual q tu, el tiempo q pasé allí fue... genial! Irrepetible!
No sé =D
Ains, da penita pensar en ello...










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Anónimo dijo...

Irlanda... me encantaría ir, y espero no quedarme con esa pena.

Respecto a las amistades, es otra pena pero pasa.
Perdí el contacto con la mayoría de mis compañeros del instituto y me dije que con los de la facultad no pasaría, pero cada uno al terminar se marcha y de nuevo se alejan... es ley de vida.

Sara dijo...

Ayyyss!!Yo también lo hecho un montón de menos, sobre todo esa frase que nos deciamos por el messenger todas las mañanas: "qué hacemos esta tarde?". El no tener que preocuparnos de nada, nada más de organizar la siguiente excursión, de si a mi me gustaba más la Harp o la Heineken o de si tu preferías la Guinness con o sin blackcurrant (mejor con, jajjaja). Me encantaba quedar contigo en la esquina de donde tu casa, la dictadura del turismo, ir a ver a la chica del Temple Bar los lunes por la noche, y todas las cosas que hacíamos a partir de las 4 de la tarde...Juuu, espero alguna vez poder volver a compartir contigo una experiencia como aquella. Me voy, que tengo que ir al Tesco, jajajjaja!

Anónimo dijo...

ays, es lo que pasa siempre, todo son buenas intenciones, cuando se termina el insti, el fp, la carrera, todos prometemos vernos y hablarnos, en algunos casos se matniene y coneguimos amigos para siempre
pero las estadisticas dicen que el camino al infierno está plagado de buenas intenciones
y no lo digo yo
lo dice lauryn hill

alabada sea